Insomnia
Curiosa el alma nocturna,
cautiva la luz prohibida;
se nos hace ahí la muerte
más eterna que la vida.
Rehusa caer el párpado
siempre firme en su porfía
aunque reclame la noche
su botín quitado al día.
Vivo sorprendo al desvelo
mirando al silencio entero
¡de pie, pensamiento súbito!
despierto la muerte espero.
Una advertencia se lanza
en un gorjeo emplumado,
un cazador de pupilas
que la aurora se ha robado.
El día alumbró en la noche,
proscrito, faro vigía,
¿estará llamando al sueño?
aún no, mas no todavía.
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